--
En el forcejeo se les corrió la careta.
Quiero decir, basta recorrer algunas escuelas para saber que el “compromiso con la educación pública” que los funcionarios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pregonan es una -otra- mentira flagrante. Mentira que funcionó muy bien en las últimas elecciones (es curioso que nadie se alarme por el “peligro” de esta re-elección, no?)
Sin embargo la mentira fue, y posiblemente seguirá siendo, su mejor arma. A nadie, de los que lo re-votaron, le importó ni que tuviera unos matones “controlando” el espacio público, ni que muriera gente en derrumbes avisados, ni los sobreprecios en obras irrisorias e innecesarias, ni que le dictaran al oído lo que tenía que decir ante una pregunta que, evidentemente, no podía contestar, ni que desguasara el Teatro Colón, ni el espía espiando docentes, ni el procesamiento por eso. Es decir a nadie le importó los fracasos, las negligencia y la inepcia e impericia generalizada de los primeros, y lamentables, 4 años de gestión. Claro si hablan de éxito, Claro, si mienten.
Tal vez a los que lo re-votaron –o a una gran mayoría de ellos- no les importa lo que no les afecta directamente. Lamentablemente en algún momento algo los afectará y entonces entrarán en la categoría de cómplices de tanta desidia.
Para otros tantos, muchos docentes entre ellos (tristemente, no todos), la mentira nunca nos engañó, tampoco la careta democrática y participativa que se pusieron, como la cínica frase “el diálogo nos une”, que si la situación no fuera gravísima sería hasta graciosa por lo absurda.
Y como no nos engañaron nunca, aprendimos a ver algunas maniobras. Vimos, repetidas veces, que usan los “medios masivos de comunicación” (que ya todos deberíamos nombrar “medios de mentira masiva”) para lanzar sus propuestas, sus bravuconadas mediáticas, instalando su punto de vista monopólico en la “opinión pública”, pero también que esto les permite medir la respuesta que los afectados puedan dar.
Y aquí, ahora, sucede algo particular, de modo bastante irregular intentan aprobar un proyecto que barre con un órgano de dinámica democrática –mal que les pese a muchos (y es cierto que tiene falencias y que deberían mejorarse, pero habrá que cuidar que las críticas a lo que está mal no avale lo peor, no?)- y los afectados se movilizan, y las medidas de fuerza cobran real fuerza, y al mismo tiempo se realizan otras acciones que difunden el trasfondo del conflicto, y nuestra verdad empieza a circular y con ella el apoyo, la adhesión. Se lanzaron y, me animaría a afirmar, que ni imaginaban tal respuesta
Y en el forcejeo se les corrió la careta, nosotros ya le habíamos adivinado la cara, ya se la conocíamos, pero ahora que rechazaron las propuestas planteadas por los sindicatos, de diálogo y participación, quedaron en evidencia de un modo que ni se imaginaban. Y algo de miedo se les ve.
Tal vez coincidan conmigo, antes que el conflicto comenzara a desarrollarse, ni imaginábamos este momento, es decir, no hubiéramos imaginado que ante tal atropello la respuesta fuera grande –no tanto como podría ser, pero mucho más que otras veces- y que entonces las medidas fueran realmente de fuerza, participación y movilización, y que lográramos correrles la careta.
Si coinciden con esto, probablemente coincidirán en que esto entraña una enorme responsabilidad si queremos lograr que se retire el PROyecto.
Y para abordar esa responsabilidad a la altura de las circunstancias nos necesitamos todos.
Creo que estamos resistiendo, insisto, tal vez como nunca en estos 4 años, porque somos más que otras veces. Pero en algún momento la resistencia necesitará de propuestas potentes, para que las bellas frases que construimos al calor de la movilización no quedan en gritos de barricada vacíos de sentido y de fuerza. Tal vez ese momento sea ahora.
El co autor del proyecto afirmó en un debate televisivo que actualmente no están los mejores docentes en las aulas. Un docente que no se deja arrebatar sus derechos, y con ellos implicados los de chicas y chicos, es mucho mejor en su tarea que un legislador elegido por el voto de la gente que promueve proyectos que niegan con su acción la práctica democrática.
Los mejores no estarán en la legislatura si este proyecto se aprueba.
Hicimos algo, aprendamos de ello y sigamos construyendo.
f. mercado
m. curricular DDEE 11º y 13º
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, firmar el comentario y - si fuera conveniente - dejar una forma de contacto.